Revista Ritmo Nº957. Enero 2022. Revista de música clásica. Año XCIII
Por Gonzalo Pérez Chamorro
ESPAÑOLES POR EL MUNDO VIII
Esteban Batallán
trompeta principal de la Orquesta Sinfónica de Chicago (CSO)
https://estebanbatallan.com
De Pontevedra a Chicago
Distancia: 6.252 kilómetros
En septiembre de 2019 Riccardo Muti le nombra trompeta solista de la Chicago Symphony Orchestra (CSO)… ¿Cómo fue el proceso hasta llegar a sentarse delante de un atril en esta orquesta?
¡Pues el proceso la verdad que fue largo! Le cuento, en 2017, cuando la CSO abrió el plazo de inscripción para la audición de trompeta principal, inmediatamente me puse con ello, porque siempre había sido un gran seguidor de esta orquesta y de su historia. La verdad que preparé la audición con muchísima ilusión; sin duda esto fue algo que me dio una inyección de confianza y seguridad de cara a ella, porque soy de los que cree que en una parte del éxito son las ganas que tengas de alcanzar tu meta, y en mi caso, era más que eso, porque era un sueño. Las pruebas fueron en junio de 2017 y fui el único candidato (de los 3 días de audiciones que hubo) en avanzar a la ronda final. Imagínese que alegría el que de repente los ídolos a los que llevas venerando toda tu niñez y parte de tu madurez, que han inspirado ya no solamente tu forma de tocar, sino como eres como músico, vean en ti algo que se parece a lo que ellos están acostumbrados a hacer… Para mí eso fue el premio a muchos años de constancia en la persecución de un ideal: tocar como se hace en la Chicago Symphony.
Prosiga, prosiga…
Unos días después de la primera ronda, en la final se unieron tres solistas de otras orquestas de EE.UU que el Maestro Muti había decidido invitar; después de la audición, dos de esos candidatos avanzamos a lo que podríamos llamar trial, al haber ganado la audición la orquesta te quiere probar invitándote a tocar con ellos. Imagine como estaba, cuando el jefe de personal de la orquesta me comunicó que había pasado la audición y que los miembros del jurado querían saludarme; esos que parecía que conocía de una vida, pero que jamás había visto en persona… Fue inolvidable… Luego, en septiembre de ese mismo año, la orquesta me invitó a participar en un tour por la costa oeste de EE.UU, pero tuve la mala suerte de que mi visado fue denegado; a veces la burocracia es así de cruda… Fue ya un año después, en junio de 2018 (y por un periodo de tres semanas), cuando por fin pude sentarme por primera vez en la silla que había soñado siempre. Entre medias, siguieron probando otros trompetistas, pero ninguno de ellos parecía que era lo que buscaban, de hecho, dos de mis compañeros, Jay Friedman y Charlie Vernon, siempre sostuvieron (según ellos me contaron tiempo después) que desde la primera vez que me escucharon tenían claro que debía de sentarme allí, y tocar para escucharme dentro del colectivo.
Supongo que durante ese tiempo le vendrían otras ofertas…
Sí, ya que al mismo tiempo, por aquel entonces en julio de 2018, el Maestro Jaap van Zweden me había ofrecido la posición de principal en la Hong Kong Philharmonic, y durante la temporada 2018/19 fui trompeta principal en Hong Kong y principal invitado en la CSO, hasta que en junio de 2019 fui invitado a la final junto a cuatro trompetistas más, y la comisión y el Maestro Muti me consideraron ganador del puesto, con dos semanas de trial extra previas a mi nombramiento en septiembre de 2019. La verdad que fue un proceso largo, y no fue cómodo en muchas situaciones (más que nada por la parte burocrática), pero en el final, extremadamente satisfactorio, fue un sueño del que todavía sigo sin despertar…
Antes de esta incorporación americana, ¿llegó a pensar que su futuro iba a estar fuera de España?
Creo que nadie suele pensar habitualmente en desplazarse para lograr sus sueños, pero yo tenía muy claro que si llegaba a estar donde deseaba estar, pues tendría que ser fuera de España, no porque en España no me pudiese haber desarrollado, sino porque era algo muy específico en mi caso.
Cómo es la vida en Chicago, una ciudad muy magnética y algo fría…
Chicago es una ciudad muy particular, la verdad…Por momentos recuerda a esa ciudad de los 50, donde los gansters campaban a sus anchas, y al mismo tiempo es una ciudad moderna y cosmopolita en la que un sin fin de actividades tienen lugar a diario. Es una ciudad muy cultural, donde puedes ir a ver un concierto de la Chicago Symphony, pasando por una función de ópera en la Lyric Opera, hasta ver un musical de Broadway o darte un paseo por los diferentes museos y salas de exposiciones… Y sí, de noviembre a marzo o abril, mejor que estés preparado para soportar temperaturas que pueden descender hasta los menos 30 grados o incluso más, sin olvidar que el apodo de esta ciudad es algo de lo más característico (y cotidiano) de su climatología: The Windy City (La ciudad del viento).
¿Cuál es su rincón favorito de la ciudad? ¿Y su restaurante?
Uno de mis lugares favoritos en la ciudad es el Fine Arts Building, un edificio de 1898 que ha sido hogar para la inspiración de muchos artistas, arquitectos, escritores, etc… Y que a día de hoy, ¡conserva todavía su ascensor original y el puesto de ascensorista! (sino es el último, es de los últimos). Pero obviamente tengo otros lugares donde me identifico mucho con el entorno, y como no podía ser de otra manera, es el Orchestra Hall, porque paso la gran mayoría de los días y la mayor parte del día entre sus muros. Tengo varios restaurantes que me gustan, y hay muy buenos restaurantes en Chicago, pero siempre después de los conciertos suelo ir (o solemos ir) a The Gage, que está muy cerca de Orchestra Hall, y que es de los pocos lugares, que, tanto entre semana como fin de semana, tienen la cocina abierta hasta las 10 de la noche (¡recordemos que aquí se cena a las 6:30-7:00 de la tarde!)
¿Cómo es un día normal en su vida en Chicago?
Depende del día, porque los lunes son los días que dedico principalmente a la Roosevelt University, donde soy uno de los faculty del estudio de trompeta, dando mis clases desde las 9 de la mañana hasta las 2 de la tarde. A partir del martes, obviamente cambia según la semana y el repertorio, pero solemos ensayar los martes por la mañana, los miércoles ensayo doble (no siempre) y el jueves ensayo general y concierto esa misma tarde. Dependiendo de la semana, hay tres conciertos (jueves, viernes, sábado) o cuatro (incluyendo el domingo o el martes), e incluso puede haber cinco (muy raramente) de jueves a domingo, añadiendo el martes.
¿Qué opinión tienen en Illinois de España y de los españoles, por lo que haya captado?
Yo creo que España es un lugar en el que todo extranjero encuentra encanto en su gastronomía (¡sin lugar a dudas!) y mucha historia, algo que hace que, por ejemplo, los americanos, con una historia bastante reciente, se maravillen cuando una Alhambra, un Monasterio del Escorial o una Catedral de Santiago de Compostela se le ponen delante… A mí me pasaría lo mismo… En cuanto a la opinión sobre los españoles, pues no sé qué decir, la verdad, porque lo que he sentido desde que he llegado aquí sería algo como: “sabemos que no eres de aquí, pero ya que estás aquí y te queremos, ya eres uno de los nuestros…”. Algo por el estilo… Además, debemos tener en cuenta que más del 50% de la población en Chicago es hispano-hablante, y el español es un idioma que entre el pueblo americano se suele utilizar a menudo.
¿Qué es lo que más echa de menos de España y de su Pontevedra natal, porque es natural de Barro?
Soy natural de Barro, un pequeño pueblo de apenas 3.600 habitantes, a unos pocos kilómetros de Pontevedra, en la comarca del Salnés, y como buen gallego, la “morriña” es algo que llevo impreso en el ADN, la familia, los amigos, las costumbres, pero desde muy joven aprendí, en vez de extrañar, a conformarme, y cada vez que tengo oportunidad disfruto lo máximo que puedo de todo lo que habitualmente no tengo tan a mano.
Y hablando de España, ¿suele venir a menudo, tanto profesional como personalmente?
La verdad es que suelo viajar a menudo a España por ambos motivos, de hecho mantengo una actividad regular ofreciendo masterclasses en España y dando conciertos (recientemente estuve con la Real Filharmonía de Galicia) y, cuando la agenda lo permite, y no tengo otros compromisos internacionales, aprovecho para visitar Galicia y disfrutar de todo lo que tiene que ofrecer.
¿Próximos conciertos en España?
Estoy en contacto con la Orquesta de Bilbao para la próxima temporada 22-23 y también hay otros proyectos en mente con otras instituciones, pero nada confirmado por el momento. Es un poco difícil acomodar cualquier tipo de actuación al margen de la Chicago Symphony, debido a la agenda que debo de cumplir aquí, pero siempre aparece un hueco para poder hacer algo extraordinario…
¿Y con Riccardo Muti qué tal se trabaja?
El Maestro Muti es pura inspiración, un director que cuando se pone al frente de la orquesta y empieza a dirigir, puedes sentir muy fácilmente todas y cada una de las ideas que quiere transmitir; pocas veces un concierto es igual a otro, porque como él bien define, la música no es mecánica, es espontánea, y para eso él es único, un director con mando y carácter y al mismo tiempo una persona cercana, a la cual le gusta interactuar con sus músicos, dejándonos muy claro siempre lo mucho que él nos adora, además conmigo mantiene mucha cercanía, quizás porque soy de los pocos con los que habla en italiano.
“El sonido de la Sinfónica de Chicago es puro, claro, vibrante, impactante, directo, suave… Esta orquesta define una amplia gama de registro dinámico y colores”
¿Cómo podría definir el sonido de su orquesta?
Puro, claro, vibrante, impactante, directo, suave… Esta orquesta define una amplia gama de registro dinámico y colores, que bajo mi punto de vista, son el fruto de la tradición que le precede y de la propia concepción sonora y musical de sus integrantes… Considero que la CSO ha sido siempre un colectivo destacado entre los de su misma categoría por hacer algo diferente a las demás o no lo mismo que las demás, si queremos verlo así. Además vivimos en un mundo donde la globalización se ha extendido a todo, y el ser diferente siempre es interesante, una seña de identidad propia.
¿Cómo vivió el confinamiento y dónde? ¿Qué opinión tiene de todo lo pasado y lo que estamos pasando? Porque no hay buenas noticias a pesar de la vacunación….
Estuve a caballo entre España y Chicago durante los quince meses que la CSO estuvo sin ofrecer conciertos al público. Manteníamos cierta actividad grabando conciertos de corta duración con pequeños grupos de cámara que salían en la web de la orquesta (cso.org). Lo que ha pasado nos deja ver que el mundo es capaz de conseguir objetivos comunes de forma muy eficiente, pero también nos ha dejado entrever que todo el mundo es dueño de su libertad y que, a veces, sin importar lo que nuestra libertad pueda condicionar la de otros, el egoísmo de cara a un objetivo común (llámese vacunación mismamente). Para poder entrar en nuestro auditorio, se requiere vacunación completa o PCR negativa, y hay mucha gente, sobre todo aquí, que no accede debido a la falta de la primera… Aun así esperemos que pronto mejore la cosa, aunque el pronóstico sea complicado… Yo, por si acaso, ya tengo mis tres dosis…
Hablando de repertorio, ¿cuál es la música o repertorio en el que se siente más cómodo? ¿En qué obras se encuentra trabajando?
Me siento muy cómodo con Shostakovich, es uno de mis preferidos, junto a Richard Strauss o Mahler, y no puedo dejar pasar Bruckner y Tchaikovsky, entre muchos otros. La música barroca también me apasiona, ¡incluso la ópera! Algo que adquirí en mi etapa en el Teatro alla Scala, aunque me defino más con los compositores anteriormente mencionados… En estos días estamos preparando el concierto de los metales de la CSO, un evento único anualmente en el que la sección de metales y percusión de la orquesta disfrutamos de la música más camerística, un gran evento que, en cuanto sale a la venta, es cuestión de muy poco tiempo que esté sold out.
Cuéntenos algunas experiencias que le hayan dejado marcado algunos directores que le hayan dirigido…
Intento aprender de cada director, sacar lo mejor que cada uno tiene y adquirir y hacer propias las buenas ideas que ofrecen. Pero también se aprende no solo en lo musical… Muti siempre ha sido muy claro conmigo, dejándome ver claramente la responsabilidad de mi puesto (aunque ya la supiese), no solo dentro del escenario, sino fuera también, y no solo musicalmente, sino personalmente. Por mencionar un momento interesante, en el tour de Asia de enero de 2019, después de terminar nuestro primer concierto del Requiem de Verdi en el Bunka Kaikan de Tokyo, justo en el momento en el que el Maestro alza la orquesta para recibir los aplausos del público, yo estaba felicitando a los miembros de la sección a mis lados, cuando veo que el Maestro está clavando la mirada en mi dirección, no con cara de muchos amigos… Más tarde, hablando con él, sin que se hubiese sentido realmente molesto por ese hecho, me quiso mandar el mensaje de “el público merece siempre respeto, especialmente cuando nos muestran su aprecio por la buena música que les acabamos de brindar, así que atendamos a sus aplausos con el mayor respeto posible”. Sin duda sabias palabras, una lección que solo una gran maestro puede dar, y que además concluyó con una sonrisa y un gesto cariñoso; quizás algo de pequeña importancia, pero muy valioso para mí. Obviamente fue algo puntual y muchos otros momentos con el Maestro Muti han sido siempre maravillosos. También fue especial cuando Juanjo Mena vino en noviembre de 2019 a dirigir Los Planetas, porque con Juanjo muchos años antes ya había trabajado, pero no todavía en mi nuevo puesto. Desde el 6 de octubre de 2021, de forma oficial, una vez superado mi periodo de prueba (que fue muy condicionado por la pandemia) seguro que recolectaré muy buenas experiencias junto a mi adorada Chicago Symphony Orchestra.
Pregunta que hacemos mensualmente: ¿hay alguna receta española que haya consolidado entre sus amigos y algún plato típico de la ciudad que suela pedir en los restaurantes?
Para mí no existe nada más cotidiano y resultón que una tortilla de patatas, algo muy sencillo y que, quizá debido a su sencillez, se identifica con mi personalidad, sin necesitar grandes elaboraciones o los alimentos más exclusivos, solo sencillez: una patata y un huevo (¡y si son caseros mejor!). Por otra parte, Chicago está enmarcado en el Midwest (medio oeste) y aquí premia la carne roja, así que algo típico suele ser un rib-eye al punto (por eso de recordar los chuletones de Galicia…), pero también soy un apasionado del sushi y la comida hindú. Por comer no vamos a poner problema, ¡no? ¡Jajaja!